A Andoni Moreta le gustaría trabajar como guía en el Camino…

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Era una tarde soleada aquella de Burgos, aunque la Roja no le conoció ahí. Fue días más atrás, antes, en Santo Domingo de la Calzada. El peregrino del lobo negro, un cachorro de pastor belga que le regalaron en Manjarín. Aunque él lo cuenta con más misterio. De hecho a Andoni le gusta fabular historias. Y podría decirse que eso es parte de su encanto y atractivo.

Tú, peregrino, cualquier día de estos también te lo encontrarás. Cientos o miles de peregrinos, de caminantes y viajeros del Camino, de turistas y pobladores, ya le han conocido. Él quiere hacer historia, quiere ser parte de la Historia del Camino.

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© galería de Ignacio

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Así que cualquier día te toparás con él por uno de esos senderos de pájaros, o quizá en una calle asfaltada y se sacará del bolsillo una fotocopia de un artículo, muy desgastada, de tantas manos por las que ha pasado, y te la dará a leer…

Y así sabrás que él a lo que se dedicaba era a la educación especial: profesor de instituto en Bilbao, casado y con tres hijos. Y que un mal día, el 16 de febrero del 2008,  en el que una alumna autista se cayó por la venta y entró en coma… hizo una promesa para consigo mismo y se echó al Camino a andar el pensar…

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<<Cuando ves a una niña de solo 12 años postrada en una cama y sin saber si saldrá adelante te planteas muchas cosas. No soy religioso, pero pensé: Si hay un Dios, tiene que hacer algo y me comprometí a que si salía adelante haría el Camino>>
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Cuando le hicieron la entrevista (o ésta apareció publicada en el Correo Gallego) era noviembre del 2008, y el cumplimiento con su promesa finalizaba el 31 de diciembre de ese mismo año. Fecha en la que Andoni pensaba regresar a casa con su familia y abandonar el paso constante de su peregrinación. Aunque sólo fuera para dejarlo por lo que se estaba meditando: irse a Guatemala a involucrarse en una ONG. Más de ocho mil kilómetros llevaba sobre sus espaldas. Pero el pastor belga, Tau, dejó de ser un cachorro y ahora lleva alforjas peregrinas, y  Andoni sigue ahí, en el Camino que parece haberle atrapado.

Habla de un libro de cuentos: ‘La promesa del Camino‘, que según él ha ido cuajando en su mente entre polvo, barro  y pueblo, hito emblemático y lugar. Al que un editor, escritor o periodista le está dando los retoques finales. El libro saldrá a la venta en septiembre de este año. Si todo va bien. Si no hay fraude en ello. Si alguien no engaña a alguien. Si es cierto que la bruja blanca existió o se materializará en esas páginas, y tantos otros… Por ejemplo, el niño que conversa con su creador, y decide, que a pesar de que aquellos padres no serán los mejores padres del mundo, ir a caer en ellos antes de nacer…  ¡Qué lástima que con el paso de los años uno se olvide de esa conversación! O hasta de sus propios hijos…

Pero con libro o sin él… lo que si le gustaría a Andoni, parece ser, es poder dejar de vivir de la caridad del peregrino que conoce, un día y otro también; y por tanto del gorroneo indiscriminado, y trabajar. Y se ofrece como guía, porque conocer se lo conoce todo del Camino. Y si tú quieres apañarte con él… puedes buscarlo en el Camino mismo. Se supone que ahora transita por el del Norte (o eso le dijo a la Roja Manuel, otro que es más de lo mismo pero no igual), y que llegará algún día a Santiago. Otra vez. ¿Cuántas veces ya? Porque está cansado, muy cansado pero en el fondo le gustan sus tardes de gloria. Se pasan tan buenos ratos en la compañía del Otro en el Camino. Y hasta la Roja cuenta que tuvo alguno con él.

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© Alfonso, que también es el artífice »del comentario» que puede leerse más abajo…. El de la fotografía es Andoni, antes de que Tau existiera.