126. El mito del País y la productividad en la doctrina del CNIO. Palabra de dirigente [y a continuación, desde Roncesvalles, el poder eclesiástico, da la bienvenida a todas las nacionalidades que reclamaron su cama en el albergue de peregrinos]


a partir de 10’50» directo del camino francés

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Comentario posterior a la redacción del texto y que surge durante la lectura:

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<<… es que es diferente, es diferente que ellos compartan un idioma y todo lo compartan en un idioma, a que lo que comparten se globalice en mi idioma, que es el conocimiento […>>

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[126]  M. Barbacid, M. Blasco, holandés, Tom, edad, catre, propio, asiento, 27 de abril, 2012, premio, rechazar, Ramón y Cajal, investigación, recaer, persona, trayectoria, vital, conversión, sombra, hablar, cuentas, basar, Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, implantar, científica, globalización, inventar, común, inglés, modelo, anglosajón, haber, establecer, normas, serie, cultura, foráneas, conocimientos,  pregunta, cena, Orisson, conciencia, española, asturiana, sentir, mitocondrias, ser,  territorio, lengua, ciudadanos, súbditos, aspecto, Camprubí, abuelo, patria, lengua, estrecho, espacio, horas, entendimiento, palabra, español, mochila, guía, diccionario, intención, garantía, aprender, crucial, acogida, mes, razón, extranjeros, indignación, transitar, hospitalidad, desprecio, España, Europa, gitana, absurdos, lengua, leyenda, preocupación, sentimentalismos, irracionales, comunicar, piedra, viajar, lugar, concreto, desprenderse, deber, Cruz de Ferro, León, explicación Scarlata O’ Hara, maldita, cena, tierra, roja, »mi tara», actuar, agarrar, juramento, inglés, vida, bilingüe, justicia, aprendizaje, pensar, complejidad, sentimientos, pensamientos, expresión, traducción, servirse, estrechar, lazos, materna, alemán, culpa, Franco, dictadura, caso, lengua, idiomas, tiempo, tierna, infancia, oportunidad, niña, gustar, comodidad, biológicamente, diseñada, decir, tener, chechera, creer, profesora Salas, ambiente, determinante, concepto, griego, entusiasmo, curiosidad, descubrimiento, escuchar, historia, universidad, cosas, interesantes, recuerdo, mal, Estrabón, koiné, ejemplo, comparación, uso, común, todos, genera, sentido, tierra, íberos, momento, Oviedo, Ovetao, Bilbao, comprender, iluminar, suceder, Xuan Bello, lenguaje, pronto, certeza, notar, Cuideiru, Cudillero, Irutxulo, Donostia, tres, agujeros, finalizar, comenzar, Irurok, Ziortza, piedra, implicación,  Jorge Oteiza, confusión, recuerdo, explicación, orígenes, lenguaje, Dios, ver, procesos, intuitivos, saber, cohabitar, compartir, dominio, lector, filosofía, libros, Joke J. Hermsen, ‘Stil de tijd’, tiempo, nuestra, lado, nuestro, sentido, pensando, camino, hecho, País, siempre, importancia, mundo, verdad, llenar, bolsillos, patrimonio, esclarecimiento, cuestión, presumir, reuniones, conferencias, rendir, cuentas, noticias, maestro, estrategia, inteligencia, vertientes, parte, económica, auditorias, tribunal, administración, estado, vertientes, productividad, científica, evaluación, publicaciones, impacto, recomendación, retorno, periódico, coincidencia, detenerse, naturaleza, revés, mediterráneo,  bien, carrera, acabar, anglosajona, introducción, versión, inocente, demostración, contrario, conocer, servirse, capital, interés, españolas, cultura, normas, valorar, asunto,  necesario, negación, imitación, deber, santa, María, resurrección, Jesucristo, padre, hijo, espíritu, santo, parábola, peregrinos, Alemania, Austria, Dinamarca, Francia, Finlandia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza, Australia, Corea, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Canada, Estados Unidos, América, fronteras, autonómicas, Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Castilla / La Mancha, Castilla / León, Cataluña, Galicia, Madrid, País Vasco, Valencia, Navarra, bienvenida, eucaristía, cordial, plenitud, fuerzas, físicas, espirituales, Santiago de Compostela

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LECTURAS AUDIOVISUALES DE LA CIUDADANA

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Sólo es la lectura de los nuevos cuadernos que he comenzado a escribir. Pero está creciendo, y es un comienzo, y de momento los editaré en reproducción audiovisual, aunque son ”un regalo” para algunas personas o tal vez entidades… y existen anotaciones inéditas, y la secuencia siempre lo es desde hace alguna semana, y se me puede escuchar leyendo inmediatamente lo que acabo de escribir al amanecer… normalmente es así pero lo que no se puede hacer es leerme fuera de esos cuadernos que transcribo. Es decir, son originales, mi obra yo la produzco así. Lo desesperadamente personal. Y la lista de palabras que figura es para que te imagines su contenido y decidas si merecerá la pena averiguarlo.

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Refugio Itzandegia en Roncesvalles  y nuevo albergue de Peregrinos

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  1. Colectivo Mandracos

    [Somos un colectivo de profesionales liberales preocupados por el futuro de la sanidad]

    Como no podía ser de otra manera, el enfrentamiento visceral entre dos científicos de prestigio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) –María Blasco y Mariano Barbacid– ha traspasado el mundo científico y ha saltado a los medios de comunicación. La historia viene de atrás, pero ahora ha primado más la envidia y la soberbia por parte de la actual directora de este emblemático Centro de excelencia que puso en marcha Mariano Barbacid, con la ayuda de José Antonio Gutiérrez Fuentes, entonces al frente del Instituto Carlos III, y de José Luis Puerta, responsable de «los fontaneros» de Moncloa, en el área sanitaria del Gobierno de José María Aznar. Y, claro, con la ayuda de una multinacional farmacéutica que puso varios cientos de millones de las antiguas pesetas para que el proyecto fuera una realidad.

    Desde entonces, años noventa, la historia de amor y odio entre María y Mariano o Mariano y María se fue acrecentando. Ella, especialista en telomerasa y envejecimiento; él, un referente mundial en oncogenes. No vamos a detallar los méritos de ambos, que los tienen, pero sí la actual situación fruto de la renuncia de Mariano Barbacid a dirigir el CNIO y el nombramiento de María Blasco por la entonces ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, en el último gobierno del leonés Rodríguez Zapatero. La entonces ministra había intentado «meter en cintura» a Mariano Barbacid pero, ante la resistencia de este madrileño de Cuatro Caminos, aprovechó una oportunidad para situar en su puesto a María Blasco, en junio de 2011. Había otros candidatos con un currículum, si cabe, mejor que el de ella. Otrosí: Barbacid rescató a Maria Blasco del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, para incorporarla al CNIO y darle un área de gran proyección científica y mediática: oncología molecular.

     

    Y ahora, ¿qué va a pasar? Pues que la directora del CNIO, agobiada por las deudas de este Centro emblemático y la amenaza de que el Gobierno le haga un plan de viabilidad, arremete contra su antecesor, acusándole de todo y, si le apuran, de haber matado a Kennedy. Fuera bromas, hemos tenido acceso al correo electrónico que Barbacid ha enviado a todos los jefes de Grupo y de Sección del Centro, en un intento de salvarlo y poner en claro la situación catastrófica por la que atraviesa, al informe de gestión de los resultados del ejercicio 2011 y estimación de 2012, así como las comparativas entre 2010 y 2012 y 2011 y 2012. En ese mail, Barbacid dice entre otras cosas que «no hace falta ser un premio Nobel de Economía para entender que si se ingresa menos de lo que se gasta, la situación más tarde o más temprano lleva a la bancarrota o a la ruina».

     

    El futuro para el CNIO no puede ser más negro. Cada mes que pasa sin que se haga una reforma a fondo, el Centro ve mermadas sus reservas de tesorería en un millón de euros. ¿Cuál es la solución? Posiblemente gestionar mejor porque, en el capítulo de tesorería, en 2010 había un superávit operativo de 4,7 millones de euros. En 2011 se registró un déficit de 9,4 millones de euros y a finales de 2012 todo apunta a que se contabilizarán otros 9,3 millones de euros de déficit.

    Lo tremendo de esta situación es que se cuestiona la viabilidad y futuro del CNIO y, por tanto, de la investigación oncológica en España. No se puede olvidar que, gracias a los científicos que trabajan allí y a la industria farmacéutica, que aporta la financiación necesaria, hemos llegado a los primeros puestos en el ranking mundial de investigación en este área de la biomedicina.

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  2. María Blasco y Mariano Barbacid –o aquellas comidas de Rigoletto

     

    Domingo, 9 de Diciembre 2012

    Hace unos años, cuando residía en un Colegio Mayor de Madrid, apareció por el comedor un nuevo cocinero. Tras pocos días, el triste semblante de los colegiales se había transformado, al menos a la hora de comer. El nuevo cocinero se hizo tan popular que alguien le colocó rápidamente el mote de «Rigoletto». A uno le entraban ganas de cantar algún aria tras comer una suculenta pasta, un buen asado o un exquisito postre. Después de cada festín, el cocinero recibía más aplausos que Pavarotti o Kraus al cantar la misma ópera, y más de un comensal suplicaba un bis de cada plato. Poco duró la alegría. Tras pocos meses de triunfos inenarrables, con coros improvisados cantando la entrada de la marcha triunfal de Aida, o el «Va pensiero», el director de la contrata, entusiasmado con el éxito y las caras sonrientes de los colegiales, quiso recompensar los méritos del cocinero y le nombró jefe de las cocinas de los colegios mayores. Así esperaba contentar a todos. Rigoletto se tomó tan a pecho quedar bien con su director y darle una alegría cada fin de mes, que empezó a recortar gastos en la comida, en los cocineros (ya eran otros) y en dónde pudo. Así, tras ese paréntesis tan poco duradero, los colegiales volvieron a protestar, aporrear las mesas y poner la misma cara de siempre. El jefe de cocinas, antes cocinero, fue cambiado de sitio ante la revolución amenazante –y sin Twitter, para que luego digan.

    Poco ha pasado desde que se nombró a María Blasco, brillante investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), directora del centro. Como no podía ser menos, el nombramiento vino después de la salida sin palio del previo, Mariano Barbacid. Había sido éste su primer director y claro primer responsable, acompañado de sus colaboradores científicos, de su fulgurante éxito. Lógicamente, tal logro no podía quedar así, y requería un escarmiento. Ahora, tras tan poco tiempo con María Blasco como directora, ya se empieza a publicar cuánto gana, se le piden cuentas, se le empiezan a achacar culpas y, entre unos y otros, o entre ellos mismos a solas, ya ha aparecido el enfrentamiento entre ambos. Blasco y Barbacid. Cómo no podía ser menos en esta época, el dinero nuevo no llega como antes. Entonces, uno se justifica y dice que dejó el arca repleta y la otra que lo que hay es un enorme crédito a pagar; pero da igual lo que digan o hagan. Los dos se verán un buen día culpables, de sus posibles culpas (que serán seguramente mínimas) y, aún si no existen, de las de todos los demás.

    ¿Por qué ha pasado esto? ¡Ay, la idea tan peculiar que existe en España de los nombramientos! Y de los desnombramientos, perdóneme el DRAE de nuevo. En un país con tan abominable insistencia en nombrar para todo tipo de puestos a personas sin ningún mérito objetivo (nombrados a dedo o votados, el resultado suele ser el mismo), cuando se nombra a alguien por eso, por sus méritos, casi siempre lo es para otro puesto diferente al que merecería. Así, en vez de recompensar a María Blasco con más dinero para mejorar su laboratorio, la hicieron directora del CNIO. Se interrumpió su carrera investigadora, poniéndola a pelear en un despacho con sindicatos y políticos, enemigos de dentro y fuera, envuelta en seguros conflictos de todo tipo. En resumen, en el camino inexorable hacia el cese más tardío o temprano. Mientras, en vez de agradecerle su trabajo a Barbacid con otro puesto que cumpliese sus expectativas, de forma jubilosa, se le sacó por la puerta trasera, expuesto cualquier día al apedreamiento público, premio habitual que se suele dar a los pioneros nacionales. ¿Por qué tendrán que pelearse entre ellos, sin son tan excelentes profesionales y tan semejantes serán sus puestos futuros de «ex-directores»?

    Ser un gran gestor es muy distinto de ser un gran investigador, como ser un gran cocinero es diferente a ser un gran jefe de una contrata de comedores. El problema es que nadie parece darse cuenta de ello, ni los que nombran ni los nombrados.

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  3.  

     

    JAVIER LÓPEZ REJAS | Publicado el 04/12/2012

     

    El investigador considera que el centro está «al borde del precipicio»

    «Veo mal la ciencia española. Está sufriendo innecesariamente y con muy poco futuro. Si esto es grave en cualquier actividad, en ciencia es mucho peor». El investigador del CNIO Mariano Barbacid (Madrid, 1949) vuelve a la primera línea de actualidad por su dura crítica a la gestión actual de la institución por parte de la también prestigiosa investigadora María Blasco. En su momento, tampoco dudó en enfrentarse a la ex ministra Garmendia por la forma de financiar sus investigaciones en torno al cáncer de pulmón y páncreas. Sus trabajos actuales tienen diversos frentes presupuestarios, entre ellos la Unión Europea y la Axa Research Fund. Por todo ello, y con todo ello, puede decirse que Barbacid vuelve a la carga.

    Pregunta.- ¿Cómo calificaría la gestión de María Blasco al frente del CNIO?
    Respuesta.- En estos momentos, el CNIO está atravesando una situación muy complicada. Me atrevería a decir que estamos al borde de un precipicio. En los 18 meses que la doctora Blasco lleva como directora del Centro se ha generado un déficit de casi 20 millones de euros. De no producirse un cambio de rumbo, las ya menguadas reservas del CNIO se acabarán en unos meses y el Centro tendrá que prescindir de más de cien investigadores para intentar seguir siendo, no ya un centro de excelencia, sino meramente un centro operativo. Curiosamente este déficit no tiene nada que ver con los actuales recortes en investigación ya que el Ministerio ha mantenido intacta la subvención del Centro. Y mucho menos con el proyecto de descubrimiento de fármacos como tan desesperadamente insiste la Directora. Las cifras están ahí y no mienten. El Patronato acaba de encargar un plan de viabilidad. Confío en que este plan resuelva la situación porque como hemos podido ver con las cuentas del Estado, Comunidades Autónomas o Cajas de Ahorro, ocultar o maquillar la situación financiera solo agrava los problemas. Espero que el Ministerio tome cartas en el asunto y no caiga en esta tentación. De otra forma uno de los buques insignia de la investigación española podría desaparecer en un futuro no muy lejano.

    P.-¿Cree que le han tratado bien a lo largo de su reciente trayectoria en España?
    R.-Ha habido momentos buenos y momentos malos, pero afortunadamente han prevalecido los primeros. De otra forma el CNIO no existiría y sobre todo no sería un centro de referencia considerado entre los diez centros de investigación con mayor índice de excelencia en el mundo según el ranking del S.I.R de producción científica.

    P.-¿Y en el CNIO, tras su etapa como director?
    R.-Perfectamente. El CNIO sigue funcionando muy bien, tanto la Administración como las Unidades de apoyo científico. Por el momento no ha habido grandes cambios que hayan afectado a la operatividad del Centro.

    P.-¿Dónde hay que luchar más, en el laboratorio o en las ventanillas de la administración?
    R.-Afortunadamente ahora solo tengo que luchar en el laboratorio.

    P.-¿En qué situación se encuentran las investigaciones sobre el cáncer en estos momentos?
    R.-Cuando hablamos de cáncer en realidad nos estamos refiriendo a más de doscientas enfermedades, por lo que serían necesarios varios libros para poder contestar a su pregunta. Y lo que es peor, cuando estos libros estuvieran escritos ya estarían obsoletos para la entrevista ya que la investigación en cáncer avanza a una gran velocidad. Desgraciadamente, la gran complejidad de estas enfermedades hace que los resultados prácticos no lleguen con la frecuencia y asiduidad que todos deseamos.

    P.-¿Tiene el cáncer tantas caras y tantas manifestaciones que es muy difícil encontrar un proceso único de desarrollo?
    R.-Así es. En realidad no es que sea difícil encontrar un proceso único de desarrollo, es que no existe. Hoy en día conocemos más de 500 genes mutados que están directamente implicados en el desarrollo de al menos un tipo de cáncer. Este número va a verse incrementado muy pronto gracias a los últimos avances en las técnicas de ultra secuenciación que están permitiendo descifrar los genomas del cáncer, una investigación que está poniendo al descubierto todos y cada uno de los errores que presentan los tumores humanos.

    P.-¿Tan difícil es encontrar la diana para atajar el mal funcionamiento de los genes?
    R.-El problema no es encontrar dianas, si no saber cómo atajar su actividad aberrante. Tenga en cuenta que estas dianas mutadas son nuestras, no son dianas de bacterias o de virus, por lo que encontrar moléculas capaces de bloquear su función sin afectar a las formas no mutadas es algo extremadamente complicado. Pero además hay que considerar que bloqueando una sola diana solo se consigue un efecto terapéutico limitado y el paciente suele desarrollar resistencias en poco tiempo. Los tumores son algo cambiante, algo en continua evolución. Por lo tanto, para conseguir un efecto terapéutico significativo y duradero habría que atacar todas las dianas mutadas de un tumor al mismo tiempo de tal forma que dejáramos al tumor herido de muerte y no pudiera recuperarse. Esto representa un auténtico reto tanto para la industria farmacéutica como para la propia oncología médica. Un reto que irá resolviéndose poco a poco y cáncer a cáncer.

    P.-¿Qué hallazgos más significativos ha tenido su grupo del CNIO en torno al cáncer de pulmón y páncreas?
    R.-En los últimos tres años hemos identificado tres dianas moleculares sin las cuales este tipo de tumores no progresan, al menos en modelos animales diseñados mediante manipulación genética. Estos resultados han abierto una vía importante para desarrollar inhibidores selectivos. En el caso de la diana c-Raf, la ex ministra Garmendia no me permitió hace poco mas de un año obtener financiación privada para generar estos inhibidores. Afortunadamente, ya los estamos ensayando. Evidentemente estos inhibidores no los hemos podido generar nosotros, vienen de una multinacional americana. Ellos saben donde se presentan las oportunidades y no pierden el tiempo.

    P.-¿Piensa que una alternativa a la crisis es el mecenazgo?
    R.-Sería de gran ayuda a la investigación, especialmente en tiempos de crisis pero no puede ser su motor principal. El motor principal debe de ser el gobierno, igual que en el caso de la educación y la sanidad, los otros dos grandes pilares sobre los que debe sustentarse cualquier país desarrollado.

    P.-¿Considera que la actual Ley de Fundaciones favorece o encorseta los mecenazgos?
    R.-No conozco bien la Ley de Fundaciones. Lo que sí puedo decirle es que en cuestión de mecenazgo está todo inventado. Sólo hay que importar las normativas de aquellos países en los que el mecenazgo juega un papel importante en la sociedad, no solo en la ciencia. Para ello es necesario que al mecenas se le reconozcan unas ventajas fiscales y obtenga un reconocimiento social. Además, las fundaciones privadas que ejerzan el mecenazgo no deberían dedicar más del 25% de los recursos recibidos a su propio mantenimiento. Por último, es esencial que se establezca un control efectivo para evitar el fraude. Son tres ideas simples pero que son la base del buen funcionamiento del mecenazgo en los países anglosajones. Pensemos que en el Reino Unido, la organización Cancer Research UK, equivalente a nuestra Asociación Española contra el Cáncer, financia entre otras muchas actividades, cinco centros de investigación similares al CNIO.

    P.-¿En qué consiste el programa financiado por Axa Research Fund?
    R.-La mayor parte de la financiación de mi grupo es pública, procedente de la Unión Europea. Pero el mecenazgo, tal y como le indicaba anteriormente, juega un papel de apoyo muchas veces esencial. Por ejemplo, la Cátedra Permanente AXA que he obtenido recientemente me va a permitir desarrollar proyectos que no hubiera podido hacer con la financiación pública. Esta Cátedra consiste en una donación de 2 MM de euros cuyo capital debe de permanecer constante. Es decir, el investigador sólo recibe los réditos de esta cantidad pero por un tiempo indefinido siempre que el investigador mantenga unos niveles competitivos de productividad. Esta es la forma en la que están financiadas la práctica totalidad de las Cátedras en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, donde los réditos también sirven para pagar o complementar el sueldo del investigador. En mi caso particular, la ayuda del Fondo de Investigación AXA me ha permitido iniciar un programa de ensayos co-clínicos, una iniciativa que estamos ralizando una docena de laboratorios en todo el mundo y que creo que va a tener una incidencia importante en el futuro de la investigación traslacional en cáncer. Este proyecto, de largo recorrido, va a ser posible gracias a que las Cátedras Permanentes proporcionan unos ingresos estables a largo plazo, algo de lo que desgraciadamente adolece la financiación pública. Ojala este modelo implementado por AXA tuviera más seguidores entre los grandes mecenazgos, no solo en nuestro país, sino también en Europa.

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  4. «La antigua dirección ha comprometido la capacidad del CNIO para sostenerse»
    NURIA RAMÍREZ DE CASTRO / MADRID
    Día 03/12/2012 – 14.01

     

    En junio de 2011 la investigadora María Blasco sustituyó a Mariano Barbacid al frente del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), una de las joyas de la corona de la ciencia española. Lo hizo tras una difícil sucesión. Ahora el Ministerio de Economía y Competitividad, del que depende el centro, le reclama un plan de ajuste para evitar pérdidas millonarias. La situación no es «grave», explica Blasco. «Tenemos dinero en la caja, estamos afrontando todos los pagos y no se está echando a la calle a nadie por motivos económicos». Blasco explica la situación del centro tras el lanzamiento del libro «Desarmando al cáncer», una obra divulgativa donde se muestra el esfuerzo de los investigadores del CNIO para ganarle la batalla al cáncer.

    –El informe de Economía revela que en 2009 había 2,5 millones de beneficios y dos años más tarde hay casi dos millones de pérdidas. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

    –El CNIO ha pasado de recibir fondos a través de unos créditos por 40 millones de euros en 2007 a tener que empezar a devolverlos en 2011. Quiero aclarar que el problema financiero no viene por la falta de competitividad de los investigadores o porque nuestra ciencia no sea buena. El CNIO ha aumentado su capacidad para conseguir dinero en los últimos dos años, pese a la reducción del número de investigadores. Los créditos se solicitaron por la anterior dirección para financiar, entre otras cosas, un ambicioso programa de desarrollo de fármacos que no era parte de las actividades normales del centro.

    –¿Se refiere al programa «estrella» de Barbacid?

    –Durante su mandato se adquirió el compromiso de devolver los créditos a los cinco años de su concesión. Ahora nos encontramos en ese momento y hemos empezado a devolver este dinero. Este año hemos devuelto casi 3 millones de euros de los créditos y esto impone un estrés muy importante en nuestras cuentas. Por este motivo, necesitamos un plan de viabilidad para que la devolución no ponga en riesgo la actividad científica del centro. Este año hemos recortado en personal, en compra de equipamiento, hemos renegociado las contratas…y hemos ahorrado 4,5 millones. El plan de austeridad para nosotros empezó en enero del año pasado, pero necesitamos un plan para garantizar que el centro será sostenible los próximos diez años.

    –¿Qué medidas se van a implementar para garantizar esa sostenibilidad a largo plazo?

    –Estamos trabajando, obviamente no puedo hablar de ellas.

    –¿Habrá despidos?

    -No, de momento no se considera. Aumentaremos las medidas de austeridad. No va a haber ningún ERE porque el problema de gasto que tenemos en el CNIO no es muy grave. El centro tiene dinero para afrontar los gastos y contrataciones de personal.
    «Estamos devolviendo creditos comprometidos hace cinco años por valor de 40 millones»
    –No va a haber ningún ERE, pero ¿peligran los contratos temporales?

    –En el CNIO los grupos no están de manera permanente, solo los que son excelentes continúan aquí. El 30 por ciento de los jefes de grupo en los últimos cinco años que han pasado por el centro se han tenido que ir. Esto es algo inaudito en nuestro país y que me gustaría destacar. Obviamente mantendremos esta capacidad de renovación de grupos. Este año, a pesar del plan de austeridad nos hemos traído a dos grupos nuevos. Lo hemos conseguido gracias a donaciones privadas, como la de la Fundación Seve Ballesteros, la Fundación Cris contra el Cáncer o la Asociación Española contra el Cáncer. No solo no hay despidos planeados sino que estamos trabajando el doble para obtener financiación de fuentes privadas.

    –¿El grupo que no tenga financiación no podrá seguir?

    –Los grupos que tenemos son muy competitivos para lograr financiación y, por supuesto, no tenemos pensado ahora mismo prescindir de ninguno salvo que no sea positivamente evaluado por su capacidad científica.

    –¿Cuál es la cifra del déficit actual del CNIO?

    –En el último Patronato (organismo presidido por la secretaria de Estado de Investigación), se ha aprobado el déficit del 2011, que es de casi dos millones de euros. Este año preveemos que será menor por los ajustes iniciados en enero.

    –Hay documentos circulando que lo sitúan en 9 millones de euros. ¿es cierto?

    –Como le digo, el déficit operativo del CNIO se sitúa en unos dos millones de euros, esa cifra nada tiene que ver con el déficit operativo del centro y no está en las cuentas aprobadas por el Patronato del centro. Cuando yo llegué a la dirección, el CNIO tenía un problema financiero grave que ha sido el resultado de una decisión del antiguo equipo de dirección y gerencia que ha comprometido la capacidad del CNIO para sostenerse. Y todo lo que estamos haciendo desde ahora es intentar compensar esto.
    «Mi sueldo no es el más alto. Otros investigadores ganan más que yo»
    –En el informe de Economía también se ponía la atención en las cifras elevadas de los sueldos, entre ellos el de la dirección. ¿Es su sueldo el más alto?

    –No, no lo es. Pero no voy a entrar en esta polémica porque no creo que sea bueno para el centro.

    –¿Supongo que sería el mismo sueldo que cobraba el anterior director?

    –Desconozco lo que cobraba. Solo quiero aclarar que el sueldo del director lo establece el Patronato. Otros investigadores cobran más dinero que yo. El fichaje de los científicos es como el de los futbolistas, es un mercado internacional y cada uno cobra lo que se considera que vale y lo que se puede pagar.

    –Con la situación actual, con el esfuerzo que se está reclamando a toda la sociedad, ¿no se ha pensado en reducir de forma voluntaria esos salarios?

    –Llevamos dos años consecutivos haciendo reducción de sueldo, como parte de las medidas de austeridad del Gobierno. Tenemos una bajada salarial acumulada de más del 10 por ciento. Esto es muy grave en el caso de los estudiantes de tesis que en el CNIO cobran menos de mil euros, pese a estar publicando en revistas internacionales y estar muy formados. Va a generar una pérdida de talento y problemas para traer a los mejores estudiantes al CNIO.

    –Obviamente, me refería al ajuste de los sueldos más altos

    –El recorte es a todos por igual. Las bajadas salariales en los niveles más altos también nos hacen menos competitivos para traer talento internacional y retener el que tenemos.

    –También se ha cuestionado la incompatibilidad de su cargo con una empresa de biotecnología fundada por usted

    Como investigadora contribuyo a la transferencia de tecnología de los descubrimientos de mi grupo de investigación. Se trata de conseguir que hallazgos básicos se conviertan en ideas o procesos innovadores que puedan ser competititivos internacionalmente y generar puestos de trabajo y riqueza. En 2010 se creó una empresa basada en la tecnología licenciada por el CNIO que ha generado puestos de trabajo y ha tenido mucha relevancia internacional . En todo caso mi relación con la empresa está regulada en los documentos que acompañan mi contrato como directora del centro y fueron aprobados por el Patronato. En el CNIO hay varios investigadores que tienen acuerdos con empresas. Es una práctica habitual.

    -¿Se siente respaldada como directora?

    -Sí, por los investigadores del CNIO me siento muy respaldada.

    -¿Y arrepentida de haber asumido la dirección?

    -No, no me siento arrepentida pero no es agradable en un momento como el actual, con la situación económica que hay, con el sacrificio que supone la investigación y el esfuerzo añadido de la dirección, que se pongan trabas e impedimentos. Pero insisto, la situación económica no es grave. Hay dinero en la caja, estamos afrontando todos los pagos a proveedores, la devolución de los créditos y no se ha despedido a nadie por falta de financiación.

    «Desarmando al cáncer» N. R. C.
    El CNIO está entre los diez mejores centros de investigación del cáncer del mundo, un centro que ha vivido de puertas adentro su excelencia. Ahora quiere salir de su concha para mostrar sus desvelos en la batalla contra el cáncer. El primer paso en esa dirección se llama «Desarmando al cáncer», un libro al alcance de todos que muestra el trabajo de los investigadores del CNIO con un lenguaje claro, para todos los que tengan interés por la enfermedad. El libro se podrá adquirir en las tiendas VIPS a un precio que solo cubre los gastos de producción. El objetivo no es lucrativo, sino divulgativo, con un mensaje positivo: «El cáncer es una enfermedad difícil y el único camino es la investigación», explica la directora del CNIO, María Blasco. Prueba de ello es la portada del libro. A ella no se asoman los investigadores, sino un niño “pelón” y sonriente. «Es un niño con cáncer que se curó y al que fotografió hace veinte años en Mallorca Amparo Garrido, la autora del resto de fotografías del libro.
    «Ese niño tenía un significado especial para Amparo y pensamos que su imagen representaba el mensaje positivo que queríamos transmitir. El cáncer es una enfermedad difícil, pero la investigación del cáncer resulta y es la única vía para conseguir curaciones».

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  5. P. Usted regresó a España para poner en marcha el CNIO y el centro se ha convertido en el de mayor nivel científico en España, con 300 proyectos de investigación y más de 500 personas trabajando. ¿Cuál es el truco?

    R. El de mayor nivel no solo en España… Estamos entre los 10 primeros centros de investigación del mundo en biomedicina. El truco es muy sencillo: única y exclusivamente el modelo de gestión. Lo primero es tener una financiación finalista, es decir, dado que somos una fundación pública, podemos decidir cómo gestionamos nuestros fondos. Lo segundo es que el personal no es funcionarial, sino contratado y sometido a continuas evaluaciones. Con estos dos trucos y mucho trabajo se puede lograr. Quiero resaltar que a pesar de ciertas leyendas urbanas el CNIO, al menos en 2009, recibía la misma subvención por investigador que el CSIC en su conjunto, unos 40.000 euros anuales.

    No todo el que quiere ser científico puede llegar a serlo y, menos aún, si quiere dirigir su propio grupo. No todo el mundo que acaba la tesis doctoral tiene las cualidades necesarias para ser científico. Hay que entender que la investigación es una actividad muy selectiva sobre todo si hablamos de centros de élite.

    P. ¿Y la situación de la I+D en España en general?

    R. De los recortes no creo pueda añadir más de lo que ya se ha dicho, pero quiero recalcar que me preocupa que no se están haciendo las reformas que el sistema necesita. La exministra Garmendia nos repitió ad náuseam que éramos el noveno país del mundo por número de publicaciones, es decir, por cantidad, pero lo que siempre se callaba es que por índice de impacto, es decir, por calidad, estamos —dependiendo de los indicadores— en el puesto 23 o 27. Cuando la cantidad supera a la calidad, y de esta forma tan notoria, está claro que no se están aprovechando los recursos como deberíamos.

    ALICIA RIVERA

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  6.  

    Quiero expresar en primer lugar mi agradecimiento por el seguimiento informativo que EL PAÍS ha hecho de la reciente transición en la Dirección del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Considero que este interés refleja la importancia social que la investigación científica ha alcanzado en nuestro país, como no debe ser de otra manera en una sociedad que quiere tener liderazgo en la generación del conocimiento e innovación tecnológica.

    Parte de este interés informativo se refleja en la entrevista que se me hizo en este diario y que fue titulada como «Tenemos dianas contra el cáncer más avanzadas que la de Barbacid» (EL PAÍS, 29 de junio de 2011). Este titular, sin embargo, puede inducir a una interpretación incorrecta de mis palabras exactas en el artículo, que son: «En el CNIO funciona desde hace cinco años un programa de terapias experimentales muy exitoso, único en España y que ha generado varias moléculas con actividad antitumoral en fase de estudio más avanzada que la encontrada por Barbacid».

    El reciente descubrimiento por parte del doctor Barbacid y su equipo de la nueva diana C-RAF ha sido motivo de alegría y orgullo para todos sus colegas en el CNIO, entre los que me encuentro. Previo a este descubrimiento, el CNIO ya había mostrado su capacidad para desarrollar moléculas / fármacos potenciales contra otras dianas tumorales, como P13K. El propio doctor Barbacid explicaba esto con más detalle en un artículo suyo previo en este mismo periódico: «el CNIO obtuvo la patente de todo una colección de inhibidores de P13K cuando menos comparable con la de las mejores compañías farmacéuticas» (EL PAÍS, 10 de mayo de 2011).

    La identificación de una diana es el paso primero y necesario de un proceso largo, incierto y laborioso encaminado al diseño de fármacos potencialmente activos contra el cáncer. Al igual que durante la etapa de dirección del doctor Barbacid, los expertos del CNIO están estudiando activamente las distintas estrategias posibles para desarrollar fármacos contra C-RAF, algo que también se está haciendo en el caso de dianas identificadas recientemente por otros investigadores. Considero importante esta aclaración para evitar cualquier sombra de duda que pudiera haber respecto al valor que yo, como directora del CNIO, doy a la diana descubierta por el doctor Barbacid.

    MARÍA A. BLASCO

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Es uno filósofo guardando silencio