La Magia de la ermita de San Miguel de Arretxinaga en Markina y el espectáculo de luz y sonido Hiru Harri

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Es atravesar las puertas de la ermita de San Miguel de Arretxinaga y yo admirarme: ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Es lo primero que escucho en esa grabación. A mí. Esto es –dice quien hasta aquí me trae, Agustín Arrieta, socio de la empresa Gusnat, con teléfono 658 72 86 95.

María: ¡Es circular!

Agustín: Hexagonal.

Los orígenes de esta ermita, cuya particularidad es la de contener un conjunto megalítico formado por tres inmensas rocas del periodo terciario, regresemos cuarenta millones de años hacia atrás, son inciertos. He leído informaciones que remiten al siglo X. Otras lo sitúan entre el XIV y el XVII. La construcción actual si está datada, en fecha de 1734, una obra de José de Lizardi. Pero mi acompañante toma la palabra:

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Agustín: Nos encontramos en la ermita de Arretxinaga, que está enclavada en Xemein, antiguo municipio dependiente y anterior a la puebla de Villaviciosa de Markina, que fundó en el año 1355 Don Tello (hermano de Enrique II y medio-hermano de Pedro I el cruel). La iglesia está ubicada, exactamente en un lugar mágico. Es decir, en el corazón del valle donde se juntan los dos ríos que impregnan de agua el Valle. El río que tenemos delante es el Urko y el otro es el Artibai, que quiere decir río entre encinas.

Yo para que se entienda el concepto de esta iglesia suelo decir que nos traslada, un poco, a la edad en que el hombre vivía en la Naturaleza y, por lógica, deduzco que aquí se creó un asentamiento humano en base a que los hombres, cuando no existía aquí ninguna religión, para realizar los ritos se tenían que encontrar en un sitio que reuniera unas características; hoy en día, si quedamos en Bilbao quedaríamos delante del Guggenheim o de la Plaza Nueva, como en aquella época no existía eso se quedaba donde se juntan los ríos y donde están las piedras, que es este lugar. Entonces esto para entender porque ahí, aquí, un asentamiento humano. Con el paso del tiempo se funda, como ya he dicho antes Villaviciosa de Markina, con el nombre de Markina, que viene de marca, de frontera, y volvemos a la iglesia. Ahora voy a describirla.

La puerta de la iglesia está orientada hacia el Oeste, donde se esconde el Sol. Y coincide que hay algunos días en que los últimos rayos del sol dan justo en la zona donde está el altar. Las dos piedras que vemos ahora de frente, no son dos sino que son tres, más la piedra de base. La composición ideal de las piedras es: las tres piedras de la parte de arriba son iguales y la de la base es diferente. ¿Estas piedras cómo están aquí? Antiguamente las personas que vivían aquí decían que las habían traído los basahaunes (genio numen de la mitología vasca), es decir los señores del bosque. Eso es mentira, no puede ser ser verdad. Entonces viene el aldeano y dice: estas piedras si no son de aquí, estas piedras han caído del monte, de arriba pero en el monte no encuentras este tipo de piedras. Y luego viene el amigo de Spielberg y dice: no, esto son trozos de meteorito. Y como vemos no puede ser así. Y viene el científico, hace un análisis de las piedras de aquí, más otras que hay en otros lugares, en Navarra, en Asturias, etc… y se dan cuenta que son restos que quedan de una cadena montañosa que se formó en la época de los plegamientos alpinos. Y esto es un poco la explicación científica.

Como ves tú, la piedra de la izquierda tiene un plano y la piedra de la derecha tiene otro plano, con un poco de imaginación, levantando ésta se puede hacer que casen, con lo que hacemos que las dos piedras sean una. Seguimos, como dice mi sobrino, sígueme, por favor. Y aquí se ve, perfectamente, el efecto puzzle. La piedra de la derecha y la izquierda, que coinciden perfectamente, casan como si fueran piezas de un puzzle. Y podemos de decir que las tres piedras eran una. Luego, lo curioso, es como están sujetadas, las piedras entre sí, en un equilibrio que parece que se van a caer. Para ver ese efecto, lo más bonito, es colocar la mano aquí, te agachas, mueves un poco la cintura, y observas como están sujetadas y parece que se van a caer. Y ya por último vemos que la iglesia tiene tres piedras. Las de arriba y las de abajo, entonces de ahí viene el nombre del espectáculo que solemos hacer aquí, nosotros, traducido al castellano tres piedras, en euskera <<Hiru Harri>>. Y esto es un poco la historia de la iglesia. La iglesia es hexagonal. Ahora no recuerdo exactamente las medidas pero creo que son 12 metros de lado. Y la gente suele preguntar ¿y por qué es hexagonal? Y yo la respuesta no la tengo, entonces la única explicación que tengo es lo que he leído por ahí pero que no me creo, que dicen que tiene relación con los templarios. Y en alguna página web si he leído como que todavía estaban aquí escondidos pero no me lo creo. Y luego como cosa curiosa decir que al lado de la iglesia había una casa que era donde estaban las monjas. Tienen otro nombre, no recuerdo ahora, las sacerdotas.

Pero creo que Agustín se refiere a la figura de la serora. Una singular sacristana encargada de las paraliturgias relacionados con los templos en el País Vasco.

Agustín: Monjes que eran mujeres, que hacían la función del monje, como ermitañas. Y estuvieron situadas aquí unos años, no sé durante cuánto tiempo ni en qué época pero luego marcharon. Y siguiendo con la iglesia decir que tiene en tres lados coro y en el resto no. Es una iglesia bastante curiosa pero no tiene como valor artístico nada más.

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Y luego las figuras que hay ahora mismo, son dos imágenes de San Miguel y una imagen, que yo suelo decir que es la patrona de las embarazadas, porque da la sensación de que está embarazada, es una invención mía pero bueno…

Es una imagen en madera, muy bonita, tiene valor. La de San Miguel que está entre las piedras, lo mismo. Y la otra que está ahí en el lateral, que también es San Miguel, tiene valor relativo porque es de escayola. Lo que sí puedo decir que las imágenes de San Miguel como curiosidad, quédate con esto, es que, según me contó una francesa que estaba haciendo el peregrinaje, por aquí, también, me decía que pocas veces veré o nunca que la imagen de San Miguel esté o bien con la espada o la lanza atravesando al diablo, a Satanás. Si está amenazándolo pero atravesándolo no porque en la biblia dice que lo expulsa, expulsan a Lucifer del Paraíso. Y bueno, pues esto es un poco. Luego aquí, como curiosidades pues decir que estamos en un valle donde hay mucha piedra. Una vez estuvieron aquí unos franceses grabando un documental y decían que perfectamente se podía hacer al lado de la iglesia un museo de la piedra. Porque justo fuera de la iglesia, hay un carrejo, y un carrejo es un lugar donde se suele hacer arrastre de piedra con bueyes. Es un deporte de aquí que viene de la época en la que se construían las casas. Entonces competían entre los dueños de los bueyes a ver quién hacía el arrastre de piedra antes. Eso por un lado y por otro lado, si recorres el pueblo, vas a ver que todas las casas son de piedra caliza, que son gris pero luego está la cantera aquella, que es una obra de arte, osea inesperada, original, sin clasificar, y si estuvieras dentro de ella verías que es una cosa muy curiosa.

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Hay varias canteras de éstas, y de ahí se extrae el famoso mármol de Markina, negro. Que tú conoces porque lo habrás visto en varios sitios, como puede ser en secuencias de documentales de la guerra del Vietnam, que son esos paneles grandes y largos, oscuros, aquello es de aquí. Y otro de los sitios donde lo habrás visto es en la película de Cary Grant ‘Con la muerte en los talones’, el edificio de la ONU, el hall, un suelo como si fuera un tablero de ajedrez, y el negro es también de Markina. La piedra de Markina es conocida mundialmente y no solamente en los sitios que te he dicho sino en frontones y en otro tipo de edificios; en mobiliario de mesas, en Yuso, en San Míllán, en el Escorial también sé que hay; en fin, en muchas partes. Y como ves la piedra aquí es muy importante. Y de ahí viene el nombre que le damos al espectáculo y ahora ya te hablo del espectáculo.

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HIRU HARRI

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Es espectáculo Hiru-Harri es suele celebrar en esta ermita y comenzó como un proyecto que parecía ser una cosa muy simple. La idea era simplemente que hubiese un espectáculo musical y visual. Musical con un grupo que en ese momento era el coro de Xemein de Markina. Y ahora, en la actualidad, el concierto se suele hacer con dos o tres grupos musicales. El año pasado estuvieron una orquesta de cámara coral de Ondarroa, Prefosta. También ha habido grupos, otros años, de jazz, música celta, música religiosa. Todos muy interesantes. Y es el espectáculo no es solamente musical sino que es visual. Y lo que hacemos es, en las mismas piedras, como verás en las fotos, se proyectan desde varios ángulos imágenes que pueden ser fotografías o pueden ser películas, todas ellas relacionadas con el tema en el que se basa el diseño pero todas de fotógrafos o pintores. Pintores, generalmente, hemos utilizado pintura abstracta, porque es donde hay una plática visual con una estética muy bonita. Y fotografía… tienen que ser fotografías de muchos contrastes. El año pasado, por ejemplo, fue de gastronomía. Y toda la parte musical estaba relacionada, las canciones, con la comida. Y la parte visual lo mismo. Participaron varios fotógrafos de renombre, Mikel Alonso, Yolanda Izaguirre, y a la vez estaban tocando la música. Aquí a la izquierda había una especie de mostrador donde estaba trabajando Pantxo (…) que es un cocinero de Ondarroa, que ganó un premio de Arzak. Y mientras estaban cantando, el grupo teatral que estaban aquí, vestidos de camareros, iba repartiéndole al público los pintxos. Pintxos que eran pintxos especiales. Y hay momentos en que el grupo se reparte por toda la iglesia y se mete dentro del público. Había una canción hace dos años, que fue una opereta ecológica de Alberto Bravo, músico venezolano, de renombre internacional. Había un momento en que la canción era… bueno la opereta era cuatro partes, el río, las nubes, el agua, el viento y no me acuerdo ahora porque me suelo olvidar. Pero hay un momento en que estaban cantándole a las nubes y las chicas cuando cantaban a las nubes parecía que la canción estaba en suspensión en el aire, y en ese momento, desde la parte de arriba, echábamos unas cascadas de pompas de jabón, que en cuanto se dio cuenta la gente pues pensaban que estaba lloviendo.

María: Es decir, que esto tiene una acústica especial.

Agustín: Súbete ahí.

(y María inicia un canon renacentista que es como un talismán que viaja con ella desde la infancia)

Agustín: Y luego, tienes que tener en cuenta que cuando está el público, no es correcta la expresión pero para mí vale, que hay un eco seco. Hubo una anécdota también, cuando lo hicimos el primer año, que se inauguraba el euskalduna de Bilbao, y andaban aquí en discusión a ver que acústica tenía si era mala, no era mala, y yo les decía que la acústica era muy buena. Os traigo al responsable del euskalduna de Bilbao y veréis que os dice que la acústica es muy buena. Y entenderás por qué al coro lo situamos aquí. Tú aquí dices tu nombre en voz alta. Dilo

María: María

Agustín: Mira ahora.

María: María

Agustín: Es distinto.

(Y María se pasea por el lugar que debería ocupar el coro repitiendo el canon renacentista)

María: Y no sólo eso, aquí hay una energía muy intensa. Tengo los oídos…

Agustín: ¡Aha!

(Agustín a estas alturas ya ha comenzado a alucinar un poco con la tal María pero aún no ha visto nada o no todavía lo bastante. María se ha desprendido del cuarzo que cuelga de su cuello y ha comenzado a rotar con él, como si fuera un péndulo, alrededor del conjunto megalítico)

María: Impresionante. Y me estoy fijando que la concentración de energía es tremenda, y va en esta dirección.

Agustín: Sí, eso han venido mucha gente a hacerlo. Para la energía y todo eso. Y por eso es que me gusta a mí explicarlo y es una cosa mágica. Pero no he dicho nada del espectáculo. De noche se trabaja con velas, se funciona con la luz, color, olor… Cuando entra el público se le da siempre la mano, en acercamiento. Cuando entran huelen, olor. Cuando entran se les da un caramelo o algo de comer para que tengan… Cuando oyen, la música. Y se trabaja con todos los sentidos. Con todos. Luego hay una anécdota que no te he contado, que es ésta de aquí.

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Reportaje documental recomendado

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(Y ahora viene lo bueno)

Agustín: Entre las piedras hay un paso, que dicen que si pasas tres veces entre las piedras sin tocarlas, a mí de niño me decían: vas a encontrar novia. Luego decían te vas a casar.

María: ¿Sin tocarlas?

(María lo está valorando, tendría mérito, porque el paso es más bien estrecho)

María: Yo, yo, yo.

Agustín: Yo pasé siete veces… (María, que cree, es cuestión de creencias y no de la lógica del pensamiento. María, que cree que las cosas se conocen entrando en contacto con ellas, ya le ha puesto el teléfono móvil en las manos a Agustín para que tome esas fotografías y poder mostrarlo aquí; se ha echado al suelo en forma lateral y ha rozado la roca con un hombro; ¡Vaya! se ha dicho pero esto es un ensayo. Se ha colocado boca abajo y se ha ayudado de los codos y las manos para arrastrarse, al más puro y duro estilo deportivo)

Agustín: Tienes que pasar siete veces (por los cambios observados en el tono de su voz, es evidente que ha comenzado a pensar que María está, del todo, pirada). Bueno, siete no, tres.

(Sí, normalmente ese es el número oficioso de la Magia)

Agustín: Yo lo que pasa… Sí, sí (algo le ha preguntado ella y él ha afirmado). No, pasa, pasa. Vale (María ha pasado la primera vez y Agustín ha creído que ahí se detiene la prueba pero para María los rituales son los rituales y religiosa no es pero con los rituales lo es siempre). Se me ha parado (Agustín se refiere a la cámara del teléfono móvil; en resumidas cuentas, el experto en espectáculos de luz y sonido no ha sido capaz de tomar ni una sola fotografía; así que es imposible añadir su inestimable colaboración aquí). Sí, se ha parado. Se me ha parao (María se acerca, aún le queda por completar una vuelta, le vuelve a preparar el teléfono móvil, transcurren minutos en la grabación en escrupuloso silencio). Digo, que te he grabado los pasos. Y ahora no sé qué más contarte de la ermita.

Pienso que lo que Agustín quería comunicarnos es que él, María le impidió terminarlo, a pesar de completar el rito las siete veces, ha permanecido soltero hasta el momento. Sólo que en algunas fuentes este ritual se menciona en relación a la virilidad, cosa que a María le habría dado exactamente lo mismo porque, como sabemos, lo que tiene la Magia es que hay que intentarla, por lo menos la emoción siempre queda asegurada.

Agustín: Estábamos preparando el espectáculo toda la semana y entrábamos a trabajar a las ocho y estábamos aquí hasta las cuatro de la madrugada con todo el tinglao. Acabábamos el trabajo, veníamos aquí y montábamos toda la estética.

El caso es que tenían unas pegatinas que con las luces apagadas fosforescían y se las pegaron a la roca.

María: Pero, ¿no son imitando a las constelaciones?

Agustín: No, no, no.

María: ¡Qué lástima! Ya sería perfecto.

Agustín: Y luego cuando viene la gente pregunta, ¿y eso qué quiere decir? Y yo digo: eso son los suspiros de los peregrinos.

María: Me gusta, ¿ahora puedo subir arriba?

Agustín: ¿Arriba?

María: ¿No se puede?

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Agustín trató de abrir la puerta de acceso pero estaba cerrada y no tenía la llave. Abandonamos la iglesia. Nos subimos a su coche y me acercó al pueblo. Nos despedimos ahí. Pienso que regresaré a Arretxinaba y que celebraré mi propia misa, esta vez en soledad. Sin Agustín jamás habría reparado en un este lugar tan atópico como especial y por eso le quedo muy agradecida.

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