Del sentimiento del bienestar… el vino del gozo


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Cuando se aproximo más, Antianomia, descubrió a un hombre ricamente ataviado y que éste, con los brazos cruzados, bonancible,  le sonreía; sobre su cabeza un enorme turbante  rojo.

¡Amigo! Las aves del paso me enseñaron que debo preguntarle a todo aquel que me encuentre ¿cuál es el secreto de la Vida?

El secreto de la Vida es un corazón rebosante de sentimiento, capaz de apreciar los pequeños placeres cotidianos, como ahora este encuentro que tú me brindas.  Y una mente provechosa, lógica y sensible, consciente, capaz de permanecer serena, incluso cuando la madre de las tormentas sobrecoge su mundo -dijo complaciente y sin dejar de sonreír, mientras algo en Antianomia comprendía que, esa perfecta sonrisa, era parte inseparable del talante del secreto de la Vida-. Pero acércate más y sírvete de aquello de lo que poseo en abundancia.

Tras él, como si se tratase de una ofrenda sobre un altar, porque un suave tejido de un azul celeste lo cubría, se encontraban alineados nueve cálices. Dicen los que saben, que en los escritos homéricos el nueve tiene valor ritual y que las musas nacieron de Zeus en nueve noches de amor.

Antianomia contemplaba las copas sin decidirse por ninguna… en todas ellas, grabados, figuraban símbolos, escenas que reflejaban su contenido -imaginó- pero al final se decantó por una, lo que el hombre dijo que era <<el vino del gozo>>, también llamado la copa del amor;  porque reconoció en ella las parras y vides que conformaban el paisaje que, hasta antes de ser despertada por el zorro, abrir los ojos y ver eso es, la había acompañado  en su deambulante soledad.

Sus labios se posaron leves sobre el cáliz, sublime  aroma el que emanaba de la ambarina sustancia,  sin precipicio, sin precipitarse. El hombre continuó diciendo: <<Te he hablado del secreto de la Vida entendiendo que quizá, tú, deseabas conocer el secreto de  mi felicidad. En cuanto a cómo surgió la Vida, yo,  nada puedo enseñarte, no soy hombre de Ciencia>>. Algo había calentado el interior de Antianomia. <<El vino del gozo es poderoso. Si se abusa de él, aturde tus sentidos sumiéndote en un letargo que puede rozar el umbral del dolor. De agua clara, quizá lo que más se ayunte al secreto de la Vida, podrías haber consumido incluso decenas de copas, si mucha hubiera sido tu sed, y nada malo podría haberte sucedido. Pero hay elecciones, que de hacerlas, en la Vida, más vale no olvidar en ello que sin moderación pierden  el alcance de su  valor sagrado. Es como a mí, me hace feliz este compartir generoso pero si no mediara un límite en ello, si los que fueran llegando se fueran quedando, ya que haber había, y nada les dijera: ‘vete’, ¿habría tenido algo para ofrecerte siquiera a ti? Ni esta calma, ni esta prosperidad ni ninguna abundancia. El secreto de la Vida tanto es saber detenernos, como hacer comprender al otro lo sabio que es saberse detener>>

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6 Comentarios Agrega el tuyo

  1. jose ignacio dice:

    Pues mira por donde, la solución en la última frase, o así lo
    interpreto. Pensarás que soy un lunático.
    Y cuidado que me lo han repetido veces, joder lo que me
    cuesta aprender………………

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  2. Regalado a Guti, del Lord Byron que por su talante sabio y psicólogo como es… además de emblemático por su oficio… quiere animarnos a sentirnos mejor y a creer en nosotros.

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Es uno filósofo guardando silencio